miércoles, diciembre 31

2008



La comida en La Matera y el nunca quizás el camino a Buenos Aires Serrat y Sabina el hombre de puerto que se ahogó en otros labios el adiós a mi jefa él diciendo “te amo” aunque no debía el mensaje de texto que dice: "creo que es la tarjeta de cumpleaños más hermosa que me has hecho" aunque a veces siento que cada vez estamos más lejos el flaco y yo, una tarde en el Chai un brindis inesperado con agua de jamaica mi agradecimiento a Colombia, a Argentina el destino llevándome al DF la tarde de café con Bren su “quiero tener un hijo contigo” viajar sola en el metro el ejemplar de los Diarios de Pizarnik Goyo, mi papá adoptivo mi beca para la maestría Princeton como horizonte cercano, casi tangile tener un novio con todas sus consecuencias mi primera vez despedida de un empleo los seis meses más duros de mi vida mi corazón roto un par de veces el primer viaje importante de trabajo el beso que esperó por mí algunos años la guerra de almohadas que ambos ganamos mi diario sin acabar las escasas poesías la falta de cine mis grandes amigos y tantas lágrimas y tantas alegrías y tanta intensidad y tantos suspiros y tantos cambios y tanto reinventarme y tantos derribos y tanto reconstruirme y tanto de todo que a veces sospecho que la arminía y la plenitud, están a un paso.


Gracias por haber compartido otro año conmigo...

martes, diciembre 30

Mitos malcurados


He de confesar que uno de mis traumas de la infancia fue que el Niño Dios nunca me trajo una linda muñeca cabbage patch... peor aún, un muñeco cabbage patch.

¿Qué niña no adoraba sus caras regordetas, sus ojitos luminosos, sus gestos dulces, sus deditos raros y su ropita ñoña?

Pues bien, mientras paseaba este año por los estantes de juguetería previo a fechas navideñas, me encontré un montón de Cabbage Patch dispuestos a ser adoptados por la módica cantidad de 600 pesitos.

Aún ahora muero por uno de estos muñecos que tenga por características particulares ser pequeño, sonriente, de raza negra y varón, además de esto, diré como nota cultural que hay muy pocos que sean así, por lo que no encontré ninguno en los estantes. Sin embargo, a pesar de contar con recursos propios para financiarme este tipo de caprichos me parece una obsenidad gastar mi dinero en un muñeco -mi hermana y mi cuñada que cuentan ahora con sus respectivos cabbage patch no son de la misma opinión-.

No obstante estoy dispuesta a recibir este invaluable regalo de cualquier alma bondadosa que tenga a bien hacer uso de su tarjeta de crédito para pagar 40 dólares más envío y regalarme un hijo de ficción dándole click aquí.

Y si eso no ocurre, pues ya tendré un hijo negrito o al menos uno que le tire al morenito charoleado pa quitarme las ganas...

martes, diciembre 23

Qué vanidad imaginar...


Qué vanidad imaginar

que puedo darte todo, el amor y la dicha,

itinerarios, música, juguetes.

Es cierto que es así:

todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta

como a mí no me basta que me des

todo lo tuyo.



Algún día decidí estar, pero seguías siendo inercia. Y estuve ahí, amiga, mujer, amante, hermana, terapeuta, socia, empleada, cómplice, poeta personal, aprendiz, maestra, callada, estridente, lágrima, sonrisa, lluvia, calma, comensal, cocinera, cobija, compañera, partenaire, fe, apostata, triunfante, derrotada, paciente, exasperada, brillante, inocente, íntegra, temerosa, desbordada, contenida, maquillada, desteñida, luz, agua y aceite, tierra, viento, amor, vino, dolor, silencio, beso y caricia... y en realidad no era más que una persona-comodín en el casting de tu vida en ese drama disfrazado de comedia.

Podría ahora besar otras bocas hasta desangrarme los labios, acariciar otras pieles hasta que mi piel dejara de sentirse mía, podría buscar refugio en el calor de otro sexo y conformarme con ser parte de otros sueños a pesar de saberlos mentiras. Podría beberme las horas al lado de alguien más, de otro cualquiera, consolar los fríos ajenos, abrigar las tristezas, besar las cicatrices de las guerras que perdieron aún antes de haberlas peleado. Podría lanzar un te quiero alevoso, pasarme una noche furtiva durmiendo a su lado, inventarme deseos, hablar con dulzura, tomarles la mano.

Pero yo no soy inercia…

Por eso me quedo aquí, con tu nada después de mi todo, con tu voz sin eco y tu caricia sin fondo, con tu beso de miedo, con tu sueño en insomnio, con tu no quererme, con tu dolor contagioso, con tus ciclos inconclusos, con tu norte perdido, con tu pasión abonada, con tu ser tan poco vivo, con las lecciones de baile, con mi braille fallido, con mis tu-y-yo moribundos, con mi duelo que duele, con mi mundo. Me quedo con mi yo que nunca has comprendido, con tu promesa de no dañarme, con mis lágrimas extinguidas, con mi darte todo lo mío sin que lo quieras lo sepas o lo pidas.

Seguirás doliendo de manera cotidiana aunque esté segura de que lo tuyo no me basta y que tampoco habrá de bastarme un día. Serás inercia como siempre y un día por cualquier extraña causa finalmente te exorcizaré de mí para que vayas después a dolerle a alguien más, a la que le siga en la lista.
P.D. Les juro que yo no estaba triste

lunes, diciembre 22

La nota dramática del blog

Esto es de hace tiempo.
Que nadie crea que estoy triste,
deprimida o lastimada ahora.


Dueles
Me dueles
en cada silencio
en cada suspiro
en cada una
de las lágrimas que contengo.

Me dueles
en la ausencia
en el timbre del teléfono
en la huella
de los besos
que no están.

Me dueles
de manera alevosa
de manera suicida
de esta forma incisiva
con la que no puedo más.

Me dueles
en presente continuo
en pasado infinito

en futuro incierto
en un nosotros desgarrado.

Dueles tanto
en mis dedos que no te tocan
en mis sueños que aún te sueñan
en los minutos que desesperan
en los versos y adioses que no acabo.

Y no duele que no me quieras, tampoco duele la sospecha casi tangible de que nunca me has querido, de que luchaste contra ti mismo por no quererme. Lo que duele es saber que ni siquiera entiendes como te quiero...

domingo, diciembre 14

Bang... bang...

Estábamos desayunando el sábado. Entonces un niño rubio de unos tres años de edad, que se encontraba a dos metros de distancia, comenzó a mirarme y sonreírme. Yo hice lo propio. Y de pronto, en el intercambio de gestos, él puso sus manos en forma de pistola, me apuntó y empezó a hacer un ruido parecido al de disparos consecutivo. Entonces yo puse mis manos en forma de pistola y repetí su acción.

Mi hermana y su novio se me quedaron viendo y ella me dijo que no fuera infantil, y yo respondí con toda la propiedad del mundo, señalando al pequeño sujeto y en tono un tanto quejoso: ¡él empezó!.

¡Qué bueno que trajiste tu pistola! dijo mi hermana.

martes, noviembre 25

Tango

Me perdí tanto en tus ojos
que fui incapaz de habitarlos
y las tardes de agua y aceite
se volvieron un beso de sal
ahora escucho aquel tango
que nunca bailamos
y derrocho tinta nocturna
sin afán de olvidar.
Pasó tanto entre nosotros
desde la noche imprevista
hasta la tarde que
entre lágrimas
mis pestañas desteñí.
Y sigo pensándote
en un compás argentino
acariciando este vestido
que se quedó con ganas de ti.
Acaso espero que de pronto
aparezcas entre sueños
y me cuentes si aún sonrío
cuando es de noche y yo duermo.

viernes, noviembre 14

Otra vez yo...

Jamás me ha importado la manera en la que

visten las personas.
Siempre las imagino desnudas.

sábado, noviembre 8

La cacería de brujas y un noviembre tan vivo

El mes de octubre finalizaba con hechos relevantes. El director jurídico (que hasta ese momento consideraba mi amigo) me llamó casualmente para que bajara a su oficina. Tomé asiento y él empezó a hablar, después de no tomar con la gracia habitual los comentarios que hice a manera de saludo.

Siete minutos después me di cuenta de que me estaba corriendo. Él, encomendado a esta misión, desconocía el supuesto. Yo, sin saber de qué se me acusaba, me declaré incapaz de defenderme. Necesitaba una explicación. Salí en busca de ella no sin antes afirmarle a mi ex amigo del jurídico que no huyo jamás de una batalla, ni siquiera de las de corte legal.

No encontré explicaciones pero encontré respaldo. Los involucrados se rehusaron a hablar conmigo y postergaron la conversación hasta el día siguiente. El día de brujas –que en mi caso, parecía cacería de brujas laboral- concluyó con mi firma en una renuncia al puesto que venía desempeñando desde hace año y medio en esa oficina y con otra firma en un contrato por honorarios para trabajar en ese mismo lugar.

Esta última semana, la primera de noviembre, ha sido la locura total. Nuevo puesto, nuevo jefe, nuevos compañeros de trabajo, carencia de oficina y de equipo para trabajar, salidas diarias a municipios, soluciones rápidas a problemas recién conocidos. Gente que me mira con culpa (justa, por cierto), gente que me mira con coraje (al no ver del todo realizados sus deseos de mi ausencia), gente que me mira con empatía (amigos).

A eso sumo las clases nocturnas, los plazos de admisión a las universidades que en este punto se han vuelto asfixiantes, el sube y baja emocional de mi relación que llega a su primer trimestre, la necesidad de unas vacaciones y el temor de no poder resolver de la manera adecuada todo lo que debo resolver.

Disculpen el abandono, les juro que pensé que el fin de año sería la parte de mayor tranquilidad de este 2008.

Al final sobrevive una sola esperanza: pensar que todo valdrá la pena.

martes, octubre 14

De música y emociones

Hubiera preferido asistir al concierto de Calamaro. Pero el viernes era ya demasiado tarde y el sábado fue la boda de dos amigos míos de hace años a la que no quería faltar. Así que, por extrañas razones del destino, mi siguiente concierto terminó siendo el de Guadalupe Pineda, el Mariachi Vargas de Tecalitlán y la Filarmónica de Jalisco.

El clímax de la noche fue cerca de la mitad del concierto, cuando sonaron los acordes un tango, nada más y nada menos que VOLVER, de Gardel:


(...)
Y aunque no quise el regreso,

siempre se vuelve al primer amor...

La vieja calle donde el eco dijo

tuya es su vida, tuyo es su querer,

bajo el burlón mirar de las estrellas

que con indiferencia hoy me ven volver...


Volver...

con la frente marchita,

las nieves del tiempo platearon mi sien...

Sentir...

que es un soplo la vida,

que veinte años no es
nada
,

que febril la mirada,errante en las sombras,

te busca y te nombra.


Vivir...

con el
alma aferrada

a un dulce recuerdo

que lloro otra vez...

(...)

Ciertamente la letra es de Alfredo Le Pera y sólo la música pertenece a Gardel pero es este último el que canta y su tango me evoca dos cosas: mi futuro encuentro con las calles de Buenos Aires (aunque ahora pinte como una visita pasajera y no como una estadía) y el eco de Sabina, de su historia con este tango que a su vez ha perpetuado en una de sus canciones más melancólicas: con la frente marchita.
Y la nota cursi del post:

Taxi para llegar a la Expo Guadalajara a tiempo: 60 pesos
Cena post concierto: 100 pesos
Descubrir la emoción que a él le provocó la música: no tiene precio

miércoles, octubre 8

Postales, el evento laboral IV

Sales corriendo de la reunión

Te metes al coche del primer compañero que accede a darte un aventón

Se te olvida el lugar exácto de donde tomas clases

Miras el reloj y decides ir a pie

Llegas quince minutos tarde (interrumpiendo la clase)

Todos te miran raro

Sólo dices que ha sido un día difícil en el trabajo

La gente sigue mirándote, de reojo

Llevas el cabello más que despeinado -si es que estuvo peinado en algún momento-

sandalias, en lugar de zapatos de tacón y el maquillaje corrido

Sí. Cualquiera entendería lo duro que parece que has trabajado

viernes, octubre 3

Postales, el evento laboral III

En el after del evento hacen que un compañero se pare a bailar.

Dos de las chicas a las que les pide que lo acompañen abandonan la pista.

Te ofreces de voluntaria.

Todos miran.

Te sientes libre y giras.

El vestido se eleva por los cielos.

Te das cuenta demasiado tarde.

Todos gritan: otra... otra... otra...

El color rojo invade tu rostro.

Esperas a que termine la canción e inmediatamente tomas asiento.

Alguien te dice: no te preocupes, no se te vieron los calzones...
pero qué bueno que son morados como tu vestido.


Así que he decidido que éste será el atuendo para el siguiente evento laboral.
Entonces argumentaré que los calzones son parte del out fit de la ocasión.

lunes, septiembre 29

Llamadas gratuitas

Tarde de lluvia.
Estoy en una casa que no es la mía.
Sola.
Te pienso.
Llamo al número de atención a clientes.
Doy tu número telefónico.
Termino el trámite con éxito.
A partir de ahora las llamadas que te haga
no tendrán costo (al menos no económico).

Y todo esto significa que espero que sigas
siendo parte de mi vida al menos
durante un año más

miércoles, septiembre 24

Postales, el evento laboral II



Eliges el vestido morado, no el negro.



Llegas al lugar con un peinado nada complicado y algo de maquillaje en el rostro.



Te das cuenta de que todas las asistentes al evento llevan vestido. Punto a tu favor.



Caes en la cuenta de que todos los demás vestidos son negros.



Te sientes una uva que cayó por error al caviar.

Postales, el evento laboral I


En la cama, mientras el despertador suena vas aterrizando del sueño a la realidad.

Tomas el despertador y apagas la alarma.

Bostezas, quisieras dormir cinco minutos más.

Ves la hora.

Vuelves a ver la hora.

Se te salen los ojos.

Acabas de caer en cuenta de que debiste haber salido de la cama hace una hora.

viernes, septiembre 12

Plata paralímpica

Lo he gritado a los cuatro vientos. El orgullo que siento como mujer, como mexicana y como hermana mayor no cabe en mi casa ni en mi oficina ni en las calles tapatías. El orgullo que siento sobrepasa al orgullo que sienten los mexicanos que han seguido a nuestros atletas paralímpicos y se han emocionado con ellos, porque la medalla de plata en judo de ciegos y débiles visuales que se sumó al medallero mexicano la mañana de este martes 9 de septiembre fue lograda por Lenia Ruvalcaba, mi hermana menor.

Así que quiero hacer un paréntesis en este blog para reconocer públicamente su esfuerzo (del que he sido testigo) y contarles a ustedes que la felicidad que sienten los mexicanos por atletas como mi hermana se potencializa enormemente cuando sabes que en ti corre la misma sangre.Para que no se quede todo en mis palabras citaré una nota que todos pueden consultar aquí:

Los ánimos de México eran altos, por lo que así se encaraba el primre comabte
ante la sueca Nicolina Pernheim, medallista europea. Dos wazaris en 1:26
minutos, le dieron a la mexicana la victoria y el pase a la semifinal. En esta,
la victoria le aseguraría la inmortalidad Paralímpica: Una
medalla.

La rival fue la ruda Tatiana Savostyanova, quien había
pasado de bye la ronda anterior, así que estaría fresca. Este ue un encuentro
cercano, ya que ambas lograron apuntar un Wazari a su cuenta, pero lo que haría
la diferencia sería el otro punto de cada una: Yuko de la mexicana por Koka de
la ruasa, así que el marcador le favoreció a Lenia, quien aseguró medalla de
esta manera.

Ya todo estaba listo, una de ellas sería consagrada (o
en el caso de la española, reafirmada) como la mejor del mundo, pero se notó la
mayor experincia de María del Carmen Herrra, ya que casi siempre estuvo en
control del combate, anotando una Koka, dos Yukos y el Ippon final que
decretaron su victoria.

“Contenta pero no satisfecha.” Fue lo que
dijo Lenia, quien ahora es parte de judo para ciegos y débiles visuales en
México.

¡Felicidades!


Lenia esperaba una medalla de oro (se atrevió incluso a garantizar al menos la plata para los mexicanos. No quiero ser yo quien diga que estivo más que a la altura de su contrincante por lo que
cito las palabras de María del Carmen Herrera, quien se quedó con el Oro Paralímpico tras el encuentro con mi hermana:
"Ella se ha preparado
muy bien este año y ha mejorado su rendimiento. La competición fue muy dura
porque se mostró muy fuerte”



Tras los puntos suspensivos



Volvió a través de las letras con toda su franqueza y divagando –como divago yo-.


Volvió simplemente a decir que me quiere y que quiere estar conmigo.


Volvió a decirme que si yo estoy dispuesta, él está dispuesto a que sigamos tendiendo puentes sin vendernos simulacros.


Volvió para aclarar que no se había ido, que no va a irse.


Volvió para trastocar mi mundo y despertar mis miedos.


Volvió para conmoverme y hacerme ver que quiero estar ahí, descubriéndolo y redescubriéndome, sin dejar de ser yo sino aprendiendo a ser todo lo que soy.


Para demostrarme los finales siempre pueden ser nuevos comienzos.


Volvió y me alegra profundamente que así sea.


Quiero querer y aprender que me quieran.

domingo, septiembre 7

Ni inocentes ni culpables

Caminábamos juntos, tomados de la mano.
Acabábamos de comer con su familia, en casa de sus papás. El tema era cualquier trivialidad. Un par de comentarios con la insistencia necesaria terminaron por desatarme una avalancha mental.
Silencio.
Parecía ridícula la sóla idea de concebirme sentada en las gradas pretendiendo poner atención al partido de fútbol para evitar a toda costa que alguna lágrima se avalanzara sobre mi rostro.
Volvimos.
Detesto saber que soy pésima cuando intento disimular. No quiero que nadie note que no estoy bien, que sigo pensando.
Anuncio mi despedida.
Ya en mi casa, respiro profundo y se lo digo. Entonces las lágrimas danzan en mis mejillas sin que pueda evitarlo y, estoy ahí, vulnerable, casi desvalida, siendo honesta, tan honesta que duele un poco más de lo previsto.
No voy a cambiar.
Silencios, miradas que se fijan en los objetos de la sala y no en ese ser que está a un lado, compartiendo el sillón y la charla. No, no esperaba una respuesta. No sé aún si deba de esperarla. No sé qué es lo mejor, pero sé que es lo que quiero, sé qué es lo más práctico y al parecer ninguna de estas certezas coincide con "lo mejor".
Una llamada interrumpe.
Nos despedimos. No hay fecha de encuentro, ni tiempo de respuesta. Simplemente nos despedimos como lo hemos venido haciendo hace casi un mes (un poco sorprendidos, con un beso, una sonrisa y un abrazo sentido).
Su chocorrol y mi Gansito (los de hoy) eran los últimos que quedaban en el congelador.

viernes, septiembre 5

Sobre mi nickname




En el Messenger, yo con el nickname Madame Butterfly



Él: Hola
Yo: Hola
Él: Madame Butterfly es un travesti, ¿no?
Yo: Pues no sé, no conozco a mucha
gente de ese medio y no sabía que tú sí, y que hasta los identificas por su nombre =S

lunes, septiembre 1

Diarios

Viernes, 22.

Imposible la plena comunicación humana. Los otros siempre nos aceptan mutilados, jamás con la totalidad de nuestros vicios y virtudes. O nos detestan por algún aspecto nuestro que les mortifica o nos aceptan por algo que es ángel en nuestra carne. También solemos tener días en los que nos permiten comunicarnos y días en los que nos amurallan. Estos últimos coinciden con los días en los que más necesidad de contacto humano tenemos. Seguramente nos rechazan por ese aspecto de mendigos repelentes que proporcionan la angustia y la soledad.
Todo esto, dicho de un modo confuso. Porque no entiendo casi nada del asunto. Pero hoy y mañana y siempre repito que sólo es posible vivir si en la casa del corazón arde un buen fuego.
Alejandra Pizarnik

viernes, agosto 15

Mis vacaciones

Las vacaciones terminaron y tuve que volver de tierras defeñas guardando solamente en la memoria los momentos. Y esto de manera literal, ya que, una vez que llegué allá me di cuenta de que mi cámara fotográfica no tenía carga y que, además, no llevaba conmigo el cargador.

Me despedí de la terminal norte con su atareo y sus visitantes; de su virgen de Guadalupe que no deja de ver ir y venir a los usuarios de autobuses. De mi hotel-motel (que da condones de cortesía), con su regadera sugerente, su cama kingsize y su vista a Tlalpan.

Atrás quedaron las calles del centro con sus historias sobre Borda y el balcón corrido más largo del mundo; sus lugares de comida casera, sus buffetes chinos, sus andadores, sus cafés. Sus librerías Gandhi –que son tantas- por las que deambulé en busca de un libro que aseguraban estaba en existencia en Guadalajara.

Su camioncito para turistas y su Bellas Artes de hierro, concreto y mármol al que le debía una visita a sus interiores desde la última vez que pisé la capital. Al cafecito de la calle Madero donde conversé con una gran amiga a la que veía por primera vez; al depa de Isabel la Católica donde comí como vegetariana, me divertí como niña y donde dejé nuevos amigos.

Al mirador de la torre latino por su noche mojada con sabor a café a la que le cobré el beso que me debía desde hace meses. A esa voz con acento que dice lo que piensa evocando “hubieras” que yo desmiento después. A las arrugas de los ojos que aún guardan un espacio para mi imagen.

Al metro y su gente con prisa y el chico de piel ébano que me miró con deseo ya de espaldas uno del otro, cuando de manera sincronizada giramos la cabeza y nuestros ojos se rozaron. A la ciudad de los dioses donde la Pirámide de la Luna me recibió tras la calzada de los muertos y dimití de la del Sol, para poder volver otro día a conquistar su cima.

Quedaron atrás mis días, en ese sitio que cada vez se cubre de más significados, que cada vez me da más pretextos para volver a reencontrarme conmigo en su territorio. Vuelvo agradecida a la realidad tapatía...

Paliativos

Empiezo a sentirme -quizás a

saberme- un paliativo que se

alimenta seduciendo a su símil

lunes, agosto 4

Adiós

No tenía caso pensar que el tiempo era poco; porque siempre ha sido poco. No se trataba de la velocidad con que transcurrían las horas, sino en la belleza con la que florecían los minutos, uno a uno, para nosotros. Prófugos del destino hicimos converger nuestros rumbos y con la corriente a favor provocamos un nuevo encuentro.

Y de pronto estábamos ahí, diciendo adiós. Con la realidad intentando corroer la alquimia que se desata al contacto de nuestra piel. Parecía una escena casual. No dejamos de sonreír. Era tarde. El implacable reloj volvía a condenarnos. Nos encontramos en un abrazo de esos que parecen haber estado ahí siempre, esperando a ser inventado; en un beso de los de antes, un beso inmaterial que le robamos a la vida para cristalizarlo en nuestros labios, un beso de los de siempre –uno nuestro a pesar de todo-.

Cada uno retomó su camino, a ese sitio cualquiera cuya certeza irreverente no es otra sino el que nos mantiene lejos, y no volvimos la vista, porque no se puede encontrar el momento adecuado para burlar al destino cuando se mira hacia atrás. Y cerré mis ojos para encontrarme con los tuyos y guardé silencio para reconstruir tu voz y sigo creyendo que aún si no hay mañana, habrá bastado el que hubiera un hoy.

Coincidimos. Nos reencontramos. Nos re-descubrimos. Adiós no es más que una palabra; una acotación necesaria de la vida. El verdadero viaje empieza ahora. Él terminará en el arribo de tu boca a la mía en otro espacio atemporal… aunque sea sólo por unos minutos.

martes, julio 29

Joaquín Sabina

Pues a mí nadie me invitó al juego pero lo vi en el blog de Celestina y en el de York y me gustó la idea. Al igual que Celestina he elegido a Sabina y aunque nuestras respuestas son distintas sospecho que ella y yo nos vamos a llevar muy bien cuando nos conozcamos en persona, jeje.

1. ¿Eres hombre o mujer?
Rosa de Lima

2. Descríbete:
Cómo decirte cómo contarte/Princesa

3. ¿Qué sienten las personas acerca de ti?

Ganas de…


4. ¿Cómo te sientes?
Eva tomando el sol

5. ¿Cómo describirías la anterior relación sentimental?
Números rojos

6. Describe la actual relación con tu novia o pretendiente:
Aves de paso

7. ¿Dónde quisieras estar ahora?
Buenos Aires

8. ¿Cómo eres respecto al amor?
Ahora que…

9. ¿Cómo es tu vida?
Dieguitos y Mafaldas

10. ¿Qué pedirías si tuvieras sólo un deseo?
(Estar) Contigo

11. Escribe una cita:
“Siempre tuvo la frente muy alta la lengua muy larga y la falda muy corta” (19 días y 500 noches)

(Paréntesis)

Estimados amigos,
Mi ausencia de estos días en sus blogs y en el mío se debe a que estuve haciendo un montón de diligencias, trámites y demás cuestiones de esas de las que necesitan que uno haga circo maroma y teatro y se le olvide comer y deje de dormir y de meterse a los blogs que le gusta leer.
La buena noticia es que estoy bien, y que después de mi relativo éxito en todos esos menesteres huiré a unas mini vacaciones a tierras Defeñas (que hace rato que no visito) esperando poder ver a mis amigos de por allá y despejarme un poco de la vida que llevo en Tapatiolandia. Así que ya saben, amigos del blog, si son defeños y tienen tiempo libre en los próximos 4 días visítenme en su ciudad (esta es una oferta por tiempo limitado).
Abrazos a todos y ya volveré a ponerme al día con sus blogs.
Sue

miércoles, julio 23

Y de pronto el silencio

Esto que estás oyendo
ya no soy yo
es el eco
del eco
del eco
de un sentimiento

A él le gusta esa forma suya de querer, esa intensa fragilidad lo conmueve. Le gusta esa manera que ella tiene de decir las cosas y le gusta que ella se sienta libre de llorar ante él y de verlo llorar. Siempre ha pensado que cuando una mujer llora es un acto de valentía.


A ella le gusta el tono de su piel, la manera en que sonríe, su voz pausada. Le gusta hacerlo reír, poder decir cualquier cosa, confiar en él. Le gusta poder decirle a él que no tiene que explicar eso que no puede explicar porque ella lo entiende de todas maneras. Y le gusta que sea así.

Él: Podría mirarte toda la noche, podría mirarte toda la vida…

Ella: Nos miraremos en la siguiente vida. Nos miraremos todo lo que quieras, lo prometo.

Él: Puede ser que en la anterior nos dijimos lo mismo…

Ella: No, será en la siguiente…

Él: No sé si pueda esperar tanto… no sé si quiera esperar tanto.

Y de pronto los silencios hablan de más.

martes, julio 15

Miss Universo

De la última edición del certamen de Miss Universo aprendí unas cuantas cosas útiles:

1. Que aún con tetas, una puede quedarse a tres sitios del paraíso. Lo bueno es que nadie le pedirá a la representante de México que pague el importe de sus boobies.
2. Que las gringas no más no saben caminar con tacones y vestido de noche.
3. Que después de la liberación de Ingrid Betancour una gana popularidad si difunde que estuvo secuestrada (que tomen nota las siguientes representantes de México).
Sí, ya sé que este es un post simplón. Tengo una anécdota pendiente por contarles.

sábado, julio 5

Discertaciones trascendentales

Era viernes y como todos los viernes desde abril, nos toca comer a toda prisa en la oficina, salir corriendo, tomar dos camiones repletos de gente que se tardan en pasar, bajarnos en el periférico, correr al salón y tomar la sesión del diplomado. Kee y yo solemos hacer disertaciones de todo tipo cuando estamos juntas fuera del horario de oficina, y el diplomado nos ha dado mucho tiempo juntas fuera de la oficina.


Como toda mujer culta e inteligente que es, tiene un amplio léxico que emplea con habilidad y suele sorprenderme citando a Platón, Schopenhauer, Hobbs y demás personajes ilustres para ejemplificar sus opiniones. El pasado viernes mientras caminábamos rumbo al lugar de la sesión, discutíamos sobre el amor a larga distancia -vía telefónica-. En particular sobre que el sujeto en cuestión no le había llamado:


Yo: ¿Te preocupa entonces que no te haya llamado?

Kee: Me preocupa que crea que no quise tomar la llamada, que piense que me le estaba negando. Voy a mandarle un mensaje para que sepa que no me le estaba negando

Yo: entonces te importa

Kee: no, claro que no

Yo: si no te importara no te preocuparía lo que piense y no pensarías en mandarle un mensaje

Kee: Es que... es como... ¿cómo te lo explico?, o sea, no es que me importe pero... ¡ya sé!, es como dijo Ninel Cónde...

Yo: interrumpí con los ojos abiertos como platos y con un ataque incontenible de risa)


A la fecha sostengo que sí está un poco enamorada del sujeto, ¡mira que citar a Ninel Conde!


La frase de Ninel Conde era: es un bálsamo para el corazón (ahora además de ser un Bombón Asesino esta mujer es también entre filósofa y poeta)

jueves, julio 3

Pequeñas cosas

De pronto uno tiene días complicados, cansancio incontenible y se olvida un poco de quién es en realidad porque se está más preocupado por la vorágine en la que cunde y se expande a nuestro alrededor que en conectar con uno mismo, con quien se es de verdad.
He tenido una racha poco favorable (con sus muy gratas excepciones), me he sentido en medio de múltiples batallas simultáneas y he dejado cosas de lado. Pero hoy hubo algo que me hizo conectar de nuevo conmigo. Algo sencillo, inluso tonto, pero que a la vez parecía tan necesario.
No pude evitar alegrarme al ver esta imagen. Esas cosas tan pequeñas me hacen feliz.
A eso súmenle buena música y una vista panorámica al jardín. A uno casi se le olvida que trabaja en un microescritorio ubicado en una tripa de oficina que de metro y medio de ancho, que tiene una pared de cristal (en la que pega el sol todo el día) y que carece de ventilación adecuada .