domingo, diciembre 14

Bang... bang...

Estábamos desayunando el sábado. Entonces un niño rubio de unos tres años de edad, que se encontraba a dos metros de distancia, comenzó a mirarme y sonreírme. Yo hice lo propio. Y de pronto, en el intercambio de gestos, él puso sus manos en forma de pistola, me apuntó y empezó a hacer un ruido parecido al de disparos consecutivo. Entonces yo puse mis manos en forma de pistola y repetí su acción.

Mi hermana y su novio se me quedaron viendo y ella me dijo que no fuera infantil, y yo respondí con toda la propiedad del mundo, señalando al pequeño sujeto y en tono un tanto quejoso: ¡él empezó!.

¡Qué bueno que trajiste tu pistola! dijo mi hermana.

5 comentarios:

mamá logón dijo...

Creo que esta escena ya la vi una vez, en algún filme que soñé...
o quizás solo la espiaba mientras nadaba en medio de algún viaje astral..

Pocas veces mi película se torna en comedia... pocas, pero todas satisfactorias.

Un abrazo Sue

Jo dijo...

jajajjaja que bonita escena

Neto Citadino dijo...

Te apoyo, y si necesitas refuerzos me dices.


Saludos

NAIR dijo...

que calibre eran? porque hay que jugar en las mismas condiciones.

Gaal Dornick dijo...

Le hubieras dado unos zapes pa' que viera quien manda!