Estábamos desayunando el sábado. Entonces un niño rubio de unos tres años de edad, que se encontraba a dos metros de distancia, comenzó a mirarme y sonreírme. Yo hice lo propio. Y de pronto, en el intercambio de gestos, él puso sus manos en forma de pistola, me apuntó y empezó a hacer un ruido parecido al de disparos consecutivo. Entonces yo puse mis manos en forma de pistola y repetí su acción.
Mi hermana y su novio se me quedaron viendo y ella me dijo que no fuera infantil, y yo respondí con toda la propiedad del mundo, señalando al pequeño sujeto y en tono un tanto quejoso: ¡él empezó!.
Mi hermana y su novio se me quedaron viendo y ella me dijo que no fuera infantil, y yo respondí con toda la propiedad del mundo, señalando al pequeño sujeto y en tono un tanto quejoso: ¡él empezó!.
¡Qué bueno que trajiste tu pistola! dijo mi hermana.
5 comentarios:
Creo que esta escena ya la vi una vez, en algún filme que soñé...
o quizás solo la espiaba mientras nadaba en medio de algún viaje astral..
Pocas veces mi película se torna en comedia... pocas, pero todas satisfactorias.
Un abrazo Sue
jajajjaja que bonita escena
Te apoyo, y si necesitas refuerzos me dices.
Saludos
que calibre eran? porque hay que jugar en las mismas condiciones.
Le hubieras dado unos zapes pa' que viera quien manda!
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