lunes, diciembre 31

Banalidades

¡Por supuesto que no soy superficial!

Jamás he descartado la posibilidad de

enamorarme de un tipo feo y, es más,

sería perfectamente capaz de casarme

con uno... si tuviera la certeza de que

mis hijos se parecerán a mí

P.D. Se agradece a Bren su aportación erspecto al error de sintaxis publciado. Ahora el post está corregido.


jueves, diciembre 27

"No es olvido el encuentro postergado"

¿De qué manera he de evocarte
para que mis palabras se materialicen
en la presencia de tu espíritu?
–Sue Praner

Y aquí voy, a escribir estas líneas que no sé bien a dónde van. Quizás son todas las cosas que no te dije o que no te supe decir; o quizás lo hago por todas esas cosas que tú no dijiste. Diez años es mucho para mí, es más de la tercera parte de mi vida y estuviste en ella todo ese tiempo; de una u otra manera.


Llegaste de la nada, te sumaste a la familia y nuestras discusiones terminaban por lo general a solas, en la sala y ya pasada la media noche. Fui a la escuela muchas veces con las ojeras en la cara y una evidente falta de sueño que delataba que habíamos compartido horas de diálogo el día anterior. Y así, a altas horas de la noche te volviste mi tutor, mi guía y, en correspondencia a mis deseos, mi cómplice.


¿Cómo olvidar la manera en que mis mejillas cambiaban de color cuando por primera vez pusiste tu mano sobre mi pierna mientras manejabas? ¿o esas despedidas en las gradas de mi casa en las que el espacio entre los cuerpos era casi inexistente mientras me decías cosas al oído y rozabas mi cuello con tus labios? Quizás eres la persona que más cosas ha provocado en mí...


Esta historia de nosotros, tan misteriosa, tan confusa, tan controversial. Recuerdo insluso las cosas más intrascendentes; tus calcetines mal combinados, tus cremas anti-arrugas, nuestras salidas en compañía de uno de mis hermanos –o de los dos-, tus abrazos, el secreto de nuestra complicidad, los doce años de edad que nos separaban, tus sueños, tus poemas , tu manera de estar ahí, para mí, conmigo, cuando aprendía a convertirme en adulto, cuando intentaba convertirme en poeta, cuando quise ser mujer, para ti.


Espero que tengas al menos una idea remota de lo que eres, de lo que me significas, de lo que te quise y te quiero; que sepas lo agradecida que estoy contigo; que sepas el celo con el que guardo esa fotografía de hace ocho años que un día me dejaste a fuerza en mi casa, esa foto donde no me gustas, donde no sonríes, donde el peinado no te favorece en absoluto, esa que cargué por años en mi cartera y que ahora atesoro.


Y he pensado ahora en todas las cosas que se interpusieron entre nosotros y que nos fueron haciendo más distantes, menos cómplices. Hay tantas cosas que no descifro, que no me explicaste, que no sé por qué ocurrieron. Pero al final cada quién tomó su camino –el tuyo a tantos kilómetros-, cada uno hizo su vida y yo terminé dejando de ser la niña que tanto quisiste, que tan poco besaste y me convertí en la mujer que vislumbrabas, la mujer que esperabas, la mujer que buscaba un hombre que ya no eras tú.


Eres un cimiento de lo que soy, estoy ligada a ti y a tu esencia por la manera en que sembraste en mi cuerpo palabras; tejiste besos en mis labios; creaste sueños en mis sueños; y estuviste ahí, dispuesto a acompañarme en el camino pedregoso y oscuro de la vida dándome luz con tu voz y fuerza con tu presencia y ahora los ojos se me deshacen en lágrimas por pensar que ya no escucharé tu voz ni sentiré tu abrazo, que ya no me harás enojar con una mentira o un comentario absurdo, que no habrá tiempo para escaparme de viaje contigo y que nuestro próximo encuentro será allá, en un mundo inmaterial donde mi muerte sumada a la tuya provocará el reencuentro que espero.


Digo adiós a tu perfume, a tu piel, a tu mirada. A tu risa, a tu voz, a tu abrazo pretendo encontrarlos después, en ese sitio que habitas y donde seguramente me espera una morada. lamento haber callado tantas cosas, haber tenido que mentir, no haber sido la mujer adecuada para ti y no haber aprendido a ser tu amiga, tu cómplice verdadera a lo largo de los últimos años, sin embargo, como lo has hecho en todo este tiempo –aunque no lo sabías- me seguirás acompañando con tu mirada de dulzura masculina, tu pasión por la poesía, tu manera de construirme y reconstruirme.


Algún día me cansaré de llorar tu muerte, pero jamás dejaré de extrañarte. Por hoy y por siempre, la niña que tanto te quiso, la mujer a la que sin duda le harás falta.


Descansa en paz, mi querido Nitsuga.

viernes, diciembre 7

Volver o no; esa es la cuestión

Al patrocinador de mi último
día sui generis (vuelva o no)


A lo largo de mi vida he escuchado a muchas mujeres hacer evaluaciones sobre una determinada cita con un chico (generalmente la primera) respecto a la impresión que han dejado en el susodicho y que garantiza o descarta en definitiva un nuevo encuentro entre ambos.

A continuación comparto un ejercicio particular, anotando los elementos que podrían estar jugando a favor o en contra de un posible segundo encuentro, según el resultado del primero.

Razones por las que él no querría volver a verme:

*Porque le recuerdo a una ex pareja (bueno, no yo sino mi fecha de cumpleaños)
*Por una llamada masculina que recibí a mitad de nuestra cita (lo que puede hacer que piense que estoy involucrada con alguien más)
*Porque dejé que me besara (a pesar de ser la primera vez que nos veíamos)
*Porque soy niña de casa (y especialmente porque debo llegar temprano)
*Porque tengo una precaria cultura musical (y él es músico)
*Porque quizás me creyó cuando le dije que mi máximo sueño en la vida era encontrar a mi príncipe azul, casarme, tener muchos muchos hijos y una casa blanca con columpio en el jardín (y porque no puedo evitar ser sarcástica)
*Porque vivo lejos (aunque yo podría argumentar que el que vive lejos es él)
*Porque calculé con exactitud su edad (cuando dice que el resto de las personas afirman que tiene ocho años menos de los que en verdad tiene)

Razones por las que él querría volver a verme:

*Porque se dio cuenta de que soy una mujer extraordinaria como amiga o como pareja (para lo cual se necesita ser mucho más inteligente que el promedio de la gente)
*Porque soy buena dando masajes relajantes
*Porque soy divertida (y diría que porque soy interesante pero, como ya dijo Perla María, eso se nota como hasta la décima cita, así que no es un argumento válido).

¿A ustedes se les ocurre alguna otra razón que sumar a las listas?


Al final de cuentas, –y pasando por alto que se me ocurren más razones por las que él no querría verme que por las que querría hacerlo- confieso que lo que me importa es que nos conocimos y pasé un muy buen rato; sólo por eso ha valido la pena.

viernes, noviembre 16

Mujeres

Entonces él dijo:

"una mujer con múltiples personalidades es


mejor que una con dos caras"


Estoy totalmente de acuerdo (también lo están mis múltiples personalidades) y por eso, es que me cae tan tan bien.

Les sigo debiendo un post de extensión decente, espero que no pase de este fin de semana. Gracias a todos.

lunes, octubre 22

La cena y otras excusas

Él: ¿Qué haces?
Yo: Me aburro terriblemente...
Él: vamos al cine
Yo: es un poco tarde para eso...
mejor te invito a cenar a mi casa
Él: me da mucha pena con tus papás...
Yo: (interrumpiéndolo) mis papás no están
Él: ¡¡peor aún!! ¿qué vamos a hacer si llegan?
Yo: nos vestimos rápido y disimulamos

Lo hice reír tanto que al final me gané una cena... no en mi casa, claro. Ojalá alguno de mis tres fieles lectores me disculpe el tiempo de asuencia, y siga leyendo, prometo escribir pronto una de las rarísimas aventuras.

lunes, julio 16

Nominaciones

Juanelo me invito a un jueguito y yo que soy bien chida no me negue. Cada jugador(a) comienza con un listado de 8 cosas sobre sí mismo.Tienen que escribir en su blog esas ocho cosas, junto con las reglas del juego.Tienen que seleccionar a 8 personas más para invitar a jugar, y anotar sus blogs/nombres.No olvides dejarles un comentario en sus blogs respectivos de que han sido invitadas a participar.

1. Estoy aprendiendo a querer el jugo de ocho verduras y amo las manzanas
2. Tengo ya a un proveedor temporal de besos a quien estoy pensando en darle el contrato definitivo
3. Alucino las clases de inglés para la preparación TOEFL y siento que no avanzo. Como que el inglés y yo siempre hemos tenido problemas relacionales, no nos entendemos.
4. Desde que Perla María se mudó a Zacatecas, no veo a María Beatríz, salvo cuando Perla María viene de visita
5. Tengo una extraña atracción sexual hacia los informáticos... especialmente cuando carecen de la cultura general básica
6. Ahora que lo he pensado más, creoq ue la mejor opción, académicamente hablando, para hacer mi maestría no es España, sino Argentina

7. Es probable que para el 16 de Agosto vuelva al desempleo formal
8. Quisiera mudarme de casa de mis padres antes de que termine este año (pero si estoy desempleada para entonces sólo podría mudarme a una casa de asistencia)

Una vez cumplido con esto, nomino a:

( I_I )
Ale Romo
Alquimia
Bren
Chupycuate
ºº Me, MySelF And I ºº
Yo soy ella

sábado, julio 7

Versos propios

Hace muchísimo que no posteo un poema mío; aquí les dejo estas líneas.

Los silencios explotaron
y se me murió una lágrima.
Me quedé sin tinta
para retar a la distancia
entre mi piel y tu voz.
De la madera de tus ojos
se me clavó una astilla
que sobrevive al adiós.

Sue Praner

jueves, junio 14

Teoría sobre depas masculinos


Según mi experiencia -¿a poco no suena a que me la vivo de hombre en hombre?- la visión masculina de las cosas necesarias e innecesarias en una casa, es difiere entre caballeros y féminas, por eso es que quise abordar el tema pensando en las cosas que los chicos tienen en sus departamentos cuando deciden abandonar la casa paterna.

Cosas indispensables:

1. Un colchón: preferentemente matrimonial o más grande
2. Una televisión o más: dependiendo de si el sujeto vive solo o comparte el depa
3. Equipo de entretenimiento: llámese DVD o X-box, o juegos de computadora
4. Bebidas embriagantes: generalmente un par de botellas y al menos un six de chelas
5. Trastes sucios en el fregador: pocos o muchos… siempre estarán ahí
6. Un equipo de sonido: (entiéndase por esto uncluso un iPod y un par de bocinas) para amenizar las fiestas
7. Un par de preservativos (o un sitio bastante ubicado en las cercanías donde conseguirlos): ¿a poco creían que la cama matrimonial era para dormir a sus anchas?
Cosas que innecesarias:

1. Un refrigerador: y si lo tienen es para guardar las chelas, si acaso la leche y los jugos, porque el refri no suele tener verduras o comida en general
2. Una estufa: de hecho, muchas veces, el sujeto desconoce totalmente el funcionamiento de estos aparatos
3. Una lavadora: algunos son fanáticos del “reciclaje” de ropa
4. Un comedor: si rara vez comen en casa y cuando lo hacen pueden hacerlo frente a la tele o la computadora
5. Y cosas como electrodomésticos, casuelas, cubiertos y tazas no son de primera necesidad y son perfectamente sustituibles con desechables.

Sujeto independiente que se ha liberado de esa cosa estorbosa que hay en la
cocina (popularmente llamada lavavajillas) para poder colocar ahí la cava

¿Algún caballero -o alguna dama- que quiera rectificar o precisar la teoría?






miércoles, mayo 30

Cuestiones de mujeres I

A lo largo de mi corta existencia he comprobado que hay una cantidad considerable de cosas -y costumbres- que no suelo compartir con el resto -o con la mayoría- de mis congéneres. Entre todas esas cosas está una que es de las que más conflicto me causan: jamás en la vida he deseado ser una princesa.

De verdad, incluso cuando era niña renegaba de las princesas. Ahora, sigo pensando que las princesas son bellas, pero estúpidas y sin aspiraciones (salvo esa necesidad constante consciente o no de que el príncipe las rescate, se case con ellas y las haga felices mientras lucen sus espectaculares vestidos alta costura, los zapatos de diseñador y peinados de salón).

El caso es que si tuviera que elegir entre todas las princesas, no sería ni Blancanieves (que es una inútil aún cuando tiene la suerte de que no la maten y de que los enanos la auxilien); tampoco elegiría a Cenicienta que jamás supo revelarse ante su madrastra y se conformó con ser la sirvienta en su propia casa; no sería Aurora, La Bella Durmiente (aunque los fines de semana me le parezco) que fue tan tonta como para pincharse el dedo con la aguja; no sería la Sirenita que deja todo (incluso su vida de princesa) por ir tras un tipo que ni siquiera la reconoce; tampoco sería Jazmín que se enamora de un ladrón mitómano; mucho menos sería Bella que se enamora de una bestia malhumorada pudiendo ser feliz, estando soltera en su humilde casa; no sería Pocahontas que al final vuelve con el infeliz que la despreció... si yo tuviera que elegir entre las princesas de Disney, quizás, pero sólo quizás sería Mulan...

Lo cierto es que, contestataria como siempre, me rehuso a que mis opciones sean así de limitadas y, de entre todas las princesas exitentes elegiría a una (que no, no es Lady Di)... damas y caballeros, yo elegiría ser la Princesa Leia

Con ustedes la prinSUEsa Leia
Las razones que se me ocurren son las siguientes:
1. Porque sabe usar armas
2. Porque se enamora de un chico malo (y medio estúpido que nada tiene que ver con un príncipe)
3. Porque aunque necesita ser rescatada (en el episodio V) luce increíblemente bien con el bikini dorado y la cadena alrededor del cuello
4. Porque es contestataria
5. Porque es más inteligente y menos ingenua que su hermano gemelo
6. Porque es capaz de llevar ese ridículo peinado aún cuando la galaxia completa se ría de ella
7. Porque no usa ropa interior
8. Porque es la fantasía de muchos hombres (¿alguien ha fantaseado con una princesa de Disney?)
9. Porque Tumb Rider no es una princesa
10. Porque es la única mujer que hay en los episodios del IV al VI (la única mujer que hay en los episodios I al III es Padmé, su mamá)

martes, mayo 29

Sabiduría oficinaria

Según mi experiecia reciente, aquí les dejo estos consejor de qué saber en tu nuevo empleo...

1. Ubicar el baño porque muy incómodo eso de interrumpir una sesión importante o esperar a la parte de dudas, alzar la mano y decir: perdón, ¿dónde está el baño? Peor aún es, que la naturaleza haga su llamado y tú salgas corriendo a hacer una investigación empírica a contra reloj y te gane la naturaleza.

2. Saber la hora de entrada y salida de manera precisa, para que no pase lo que comentábamos en
este otro post.

3. Identificar a las personas importantes dentro del lugar para que no se te salga un comentario del tipo esta base de datos está hecha con las patas o pos a mí me dijeron que el director es apretadísimo y medio rarito, frente a los agraviados que resultan ser, por supuesto, personas que tienen que ver en la decisión de que te den tu contrato definitivo o que tienen gran influencia en la persona que te lo dará.

4. Investigar cuántos sujetos del sexo opuesto hay en el lugar, así como cuántos de ellos tienen esposa, novia o genérico intercambiable y la popularidad de que gozan los mismos entre el público femenino local (o sea, entre las chicas de la oficina)

5. Una vez llevado a cabo el número anterior, determinar quién de los sujetos antes enumerados será tu amor platónico y mantener una buena distancia con él, para evitar conocerlo y que la realidad dé al traste con el encanto.

6. Procurar conocer de manera general las instalaciones de la oficina y aprenderse los nombres de las personas que tengan más relación con su área para que cuando su jefa lo mande con la Lic. Pacheco a llevarle un documento confidencial no termine usted entregándoselo a la persona aludida y perjudicada en mano; sin tener la más mínima idea de ello (claro, hasta que tu jefa pone el grito en el cielo)

7. Ubicar quien es la gente “chida” del lugar para saber a quién invitarle una chela después de la jornada laboral, con la certeza de que pasarás un buen rato.

martes, mayo 22

LAS CANCIONES MÁS CORTAS

Al pájaro que canta en mi cabeza
Y me repite que te amo
Y me repite que me amas
Al pájaro del fastidioso estribillo
Lo mataré mañana en la mañana.

-Jacques Prévert

martes, mayo 15

Como ser amado por tu jefe I

En los últimos quince días he trabajado en tres partes distintas; en el trabajo que tuve por seis años, en el trabajo al que llegué a las nueve cuando la entrada era a las ocho y en otro mucho mejor donde planeo quedarme (que nadie sienta que lo abandono, no más dense una idea de la locura de mi vida laboral últimamente).
Pero justo hoy me di cuenta de que estoy integrándome con gran rapidez y simpatía a mi equipo de trabajo cuando mi jefa se quejó de que alguien le había dicho que tenía cara de enojona y yo dije: bueno, no nada más la cara...

Sutilezas

Sobre el chico del post anterior, debido a sus comentarios aclaro:

Sutilmente inteligente fue el eufemisno más nice
que encontré para no tener que decir "muy poco brillante".


(Dios bendiga los eufemismos de la maldita política de lo cotidiano)

sábado, mayo 5

Primer día de trabajo

Después de haber pasado el Día del Trabajo como desempleada, llegó el momento de presentarme a la nueva oficina. Toda vestida formalmente (ya sabrán, pantaloncito de vestir, blusita mona, bien peinada, con un poco de maquillaje y tacones) me presenté al lugar de trabajo y me sorprendió que todo mundo estuviera ya en sus puestos.

Al llegar a mi oficina, dí los buenos días, y la chica que me está entregando el puesto me recibe con un amable:

Ella: Pensamos que no ibas a venir
Yo: ¿Cómo crees?, si les dije que a partir de hoy me presentaba
Ella: Es que no llegabas
Yo: (Miro el reloj) faltan cinco minutos a las nueve
Ella: Aquí entramos a las ocho

Moraleja: Cuando se presenten a un nuevo empleo, asegúrense de que les han informado correctamente sobre el horario (al menos sobre el de entrada).

Descripciones

De pronto hablas de alguien y la gente te pide que lo describas. Yo no había encontrado la manera de describirlo, ni siquiera había pensado en ella, entonces un amigo hizo la pregunta de ¿cómo es? y lo describí de la siguiente manera:
Es un hombre extremadamente atractivo y sutilmente inteligente
Y, en efecto, me encanta que así sea. Amén.

lunes, abril 30

El hasta luego...

Seis años… ¿verdad que se dice rápido? Inténtalo. Se-is-a-ños. Cuatro sílabas y ya está. Pero cuánta historia puede caber en ellos, cuántas anécdotas, cuántas risas, cuántas lágrimas, cuántos consejos, cuántas comidas juntos, cuántos momentos de esos que no se olvidan, de esos que requieren muchas sílabas escritas con tinta indeleble en la memoria del corazón.

El miércoles pasado empecé la limpia de escritorio. Tiré los papeles, quité mis fotografías de la pared, inicié los trámites y las despedidas preliminares con todo y su respectiva explicación: me iba debido a la incompatibilidad de caracteres y a una propuesta mejor.

Hoy visité cada una de las áreas de ese edificio de seis pisos; repartí chocolates, cada uno con la leyenda inscrita en cada uno que decía “gracias por compartir tu tiempo, tu trabajo y tu mistad conmigo”. Algunos fueron seis años; otros fueron menos años y más momentos, el caso es que hay muchas cosas que atesorar.

La decisión no fue fácil: no porque me gustara el trabajo o porque hubiera aún cosas por aprender de él; no por el sueldo; no por la antigüedad generada; no por las prestaciones o por los sueños que nacieron y se me fueron muriendo en esas paredes viejas. Lo que duele, lo que se extraña es toda esa gente que quiero y que estuvo ahí conmigo, trabajando, riendo, llorando, compartiendo al fin lo que son y lo que tienen.

Finalmente el día cerró con una comida en mi honor en la que mis amigos me desearon la mejor de las suertes en mis nuevos proyectos; una despedida en la que no quise lágrimas, sino que simplemente compartieran mi alegría. Después, sus abrazos y el sabor a chocoflan de ese “hasta pronto” entre amigos.

Volver al escritorio y a los recuerdos. Papeles, adornos, historias: los besos en la azotea, las complicidades, la aventura de hacer tareas durante el trabajo, las reuniones, los baby showers, los intercambios de calzones rojos, las terapias grupales de la sobremesa, las polémicas.

Tantas cosas en cuatro sílabas, en cuatro paredes. Pensar en que ese lugar, esa silla, esa oficina ya no son mi lugar; entregar la llave del escritorio y la de la puerta; hacer la última llamada de trabajo; caminar por los pasillos con nostalgia; bajar por las escaleras para guardar el aroma del sitio con mayor precisión; salir por esa puerta y no mirar atrás.

Sin duda esas paredes eran mi casa y esas personas son mi familia. ¿Cómo no estar triste cuando pienso que no voy a verlos todos los días, si hay hecho tanto por mí y son una parte importante de mi historia?

Ellos
; son lo único que lamento cuando, despacio, me alejo de ese lugar sin voltear la vista; sin retroceder un solo paso.

P.D. Ustedes disculparán el mood sentimentaloide del post..

sábado, abril 28

Desayuno de ex compañeras

"Entre mujeres podemos despedazarnos, pero jamás nos haremos daño"
Hace unas tres o cuatro semanas recibí la invitación a una reunión de ex alumnas de la prepa; después de hacer propaganda con todas y de motivarnos mutuamente, me presenté al desayuno al que llegué con 15 minutos de retraso. En total sumamos siete (incluyéndome) y una de ellas tuvo que despedirse temprano por cuestiones de trabajo. El caso es que, tras seis años de no vernos todos los días de lunes a viernes; pasa que a uno le da curiosidad por enterarse de qué ha sido de las vidas de esas personas con las que compartimos otros 6 años en una conservadora escuela femenil también conocida como Palmoloya (sí, esto es una referencia a Almoloya de Juárez).
El saldo es más o menos el siguiente:

Dos de las presentes acababan de comprometerse y se casan el año entrante; una más, se comprometerá a fin de año en cuanto termine su servicio social y le compren casa; otras dos terminaron recientemente una extraña relación con sujetos más de 10 años mayores que ellas y en proceso de divorcio; una más tiene novio y ya está planeando el festejo de su primer aniversario. De las comprometidas una tiene 10 años con su novio; otra 8 y la que está por comprometerse lleva 5 con el suyo. Yo, como es ob-vio (diría Perla) permanezco solterona.

En cuanto a los estudios universitarios somos cuatro con carrera; una que está por terminarla y dos que abandonaron los estudios por diferentes motivos, aunque piensan retomarlos.

Una de las asistentes cuenta con su propio negocio (una inversión familiar), otra tiene un negocio con su novio (no porque se vaya a casar con un rico sino porque se asociaron empresarialmente); otra tiene un trabajo aunque no supe bien de qué; otra trabaja en una empresa importadora; otra se dedica únicamente a los estudios y de la última se desconoce si es que tiene empleo. Yo, acabo de renunciar a mi empleo y aún no tengo nada seguro en lo laboral (a pesar de ser la que terminó la carrera antes que todas empezó a trabajar en cuanto salió la prepa).

En sus planes futuros; tres de las asistentes se dedicarán a planear su boda; una a trabajar y seguir con su novio; dos pretenden irse a Canadá. Yo, no tengo definido un plan de futuro (se aceptan sugerencias).

Como dato estadístico agregaré que entre las presentes había tres vírgenes confesas, una no-virgen –a la que decidimos no levantarle cargos ni matarla a pedradas-, otras dos que evadieron el tema discretamente y una más que es virgen presunta aunque ya no estaba presente cuando se tocó ese tema.

Al final la plática abordó temas como los estudios, el trabajo, las relaciones de pareja, el sexo, las bodas, las anécdotas escolares, las drogas, se hicieron recomendaciones médicas (el típico de: ve con mi ginecóloga, que es buenísima), intercambiamos nuestros datos e información sobre otras ex compañeras, compartimos nuestra comida con las otras; nos reímos y prometimos vernos con más frecuencia.

Después de la femenil experiencia narrada aunque presiento que a nadie le parecerá interesante, concluyo que:

1. De una u otra manera, sigo siendo el sesgo, la minoría, la chica rara, la que tiene menos cosas en común con el resto. Y que, igual que casi siempre, eso me enorgullece en lugar de entristecerme.

2. Que por supuesto que volveré a verlas y con todo el gusto del mundo (especialmente a las que no tienen novio, porque, curiosamente hubo muchas más coincidencias y afinidad con ellas que con el resto).

3. Que hay cosas que nos marcan (como nos marcaron esos 6 años en la escuela), que pueden ser buenas y no tan buenas; pero que las hemos afrontado bastante bien.

4. Prácticamente hace más de un año que no tengo una charla entre mujeres (con más de dos mujeres) y ya casi había olvidado cómo eran.


******
NOTA INFORMATIVA SOBRE EL POST ANTERIOR:
El concurso del que hablo en el post anterior se hizo vía messenger (mi nickname decía: ¿cuánto dura un "para siempre"?); la gente respondió (por lo general decían que el para siempre dura un buen de tiempo) y la respuesta más original, honesta y apegada a la realidad me pareció la publicada (¿de dónde la misantropía señor York?). Aclaradas las dudas, prometo hacer una siguiente encuesta - concurso para que todos participen.
Atenta e informalmente,
Sue Bruji-Hada
Gerenta de atención a lectores

jueves, abril 26

La vigencia del "para siempre"

El para siempre

dura
hasta
que
el otro
se vuelve

insoportable



P.D. La pregunta la hice yo, la respuesta es la mejor respuesta que me han dado. Felicidades al ganador.

viernes, abril 20

Teoría sobre el género masculino





Todos los hombres son estúpidos. La
diferencia
radica
en el tiempo que
tardas en darte
cuenta de ello.



(Lo peor es que, a pesar de ello, los hombres nos siguen encantando)


P.D. Ya contesté a sus comments en el post anterior

domingo, abril 15

Wild on MASCOTA

Todo comenzó un lunes por la mañana cuando me dispuse a salir de mi casa maletas en mano (bueno, la maleta era de rueditas y la mochilita la llevaba en la espalda) dispuesta a abordar el tren (no, no viajé en tren, sino en camioncito pero como mi padre se negó a llevarme, pues me fui en tren ligero hasta la central de autobuses). Después de un par de llamadas de coordinación logística Perla María pasó por mi en Niños Héroes y Federalismo para de ahí dirigirnos a la central.

Una vez ubicado el lugar de salida de nuestro autobús procedimos a llamar a María Beatriz (también conocida popularmente como Alejandra) para saber en qué punto geográfico se encontraba. Finalmente compramos los boletos, alguna que otra chuchería para comer (aunque yo llevaba unos deliciosos sángüiches) y nos subimos al camión.

Para no hacerlo largo y terminar con ocho mil entradas sobre las vacaciones en Mascota, me dedicaré a señalar los momentos más trascendentes del viaje:

1. Nos enteramos por medio del taxista que el dueño y administrador del rancho en el que nos hospedamos es conocido como Betotas
2. Que Perla María le rompiera los lentes a Alejandra
3. Se nos cerró la puerta del baño con seguro cuando todas estábamos afuera y descubrimos que el talento criminal de Alejandra es abrir puertas con pasadores
4. Perla María volvió a dejar la puerta del baño cerrada al salir, justo después de que Alejandra acabara de abrirla
5. Hacerle bolita a Perla y usarla de avalancha
6. Los letreros de Mascota (no se pierda nuestro próximo post al respecto)
7. La búsqueda desesperada de Don Luis Santana por todo el pueblo porque creíamos que él rentaba cuatrimotos (y cuando lo encontramos nos dijo que sólo las reparaba)
8. La travesía en lancha en la presa Corrinchis y cuando el señor nos dijo a micrófono abierto “no más si les pido que nos hagamos un poquito a la izquierda para que la lancha no se esté ladeando
9. El sube y baja
10. Las sesiones de fotos
11. La comida
12. El guía de turistas y sus anécdotas de terror (también narradas en un próximo post)
13. El lago sierra (con todo y el tétrico camino que hay que seguir para llegar ahí)
14. El fallido –y doloroso- intento de subirme a la bicicleta
15. Levantarnos a las 3:30 a.m. para que Perla María y María Beatriz tomaran el autobús de las 4:30 a.m. de regreso a Guadalajara –y que Perla se negara a subirse y esperaran al de las 5:30 a.m.-
16. La comida en familia –con la familia del rancho- del jueves
17. Las despedidas y la experiencia multicultural del regreso
18. Los dos incendios que me tocó ver en la carretera
19. El resumen de lo que uno aprende de sus amigos cuando pasa 24 horas con ellos
20. Volver a mi casita -y a mi camita-

domingo, abril 8

Dudas existenciales II

¿Por qué la
rana René

es rana
y no sapo?

Lo que no me gusta

Con eso de que hace tiempo me aventé el post positivo de las cosas que me gustan , (y debido a que Ernest exije un nuevo post) ahora se me ha ocurrido la súper creativa idea de decir lo que no me gusta después de que leí hace el post de Eliza. Así que ahí los dejo con el debraye para que saquen sus conclusiones:

No me gusta



1. Los lunes
2. La gente pretenciosa
3. Las mentiras
4. Que el camión no me dé la parada
5. Las mujeres que no saben caminar en tacones (e insisten en ponérselos)
6. Las lentejas
7. Los hombres que no saben combinarse los calcetines
8. Las personas que no tiene sentido del humor
9. Enfermarme de gripe
10. Los prejuicios
11. Que me digan una y otra vez lo que tengo que hacer
12. Los machistas
13. Quedarme con las ganas (de hacer algo)
14. Las personas que hablan con palabras altisonantes
15. Ir al gimnasio
16. Las personas incapaces de reírse de sí mismas
17. Paulo Cohelo
18. Quienes mastican el chicle con la boca abierta
19. La envidia
20. Las feministas

21. Cárlos Cuauhtémoc Sánchez
22. Que no me crean
23. La mala ortografía
24. Los que no leen
25. Que me digan “andas en tus días, ¿verdad?”
26. Que me manden zumbidos en el Messenger
27. La gente estúpida
28. Que no haya alguien con quien bailar
29. Los martinis cosmopolitan del Chai (ahora son muy malos)
30. Las habas
31. Los que discuten de todo
32 Los hombres desesperados (ni los desesperantes)
33. El melón chino (aunque igual me lo como a veces)
34. Las mujeres superficiales (soporto más a las tontas)
35. Los celos
36. Los prepotentes
37. Romper las medias cuando me las estoy poniendo
38. Las princesas
39. Vaciarme el café sobre la blusa
40. Los mediocres
41. No saber qué decir
42. Los egoéntricos y/o egoístas
43. Que se me rompa el tacón en la calle
44. Las personas negativas
45. Que no me crean cuando hablo en serio
46. Que se acabe el agua caliente (o la leche)
47. Cuando no quepo en mi ropa (como ahora)
48. La impuntualidad
49. Que no respeten mis cosas o mi espacio
50. Tener tan buena memoria


En resumen creo que padezco alguna especie de misantropía selectiva... ¿no?

P.D. Ya volveré para contarles de la Boda en la que estuve y de mis vacaciones en el paradisiaco municipio de Mascota, Jalisco

lunes, marzo 26

Ser solterona y no morir en el intento...

Yo: ¿Y va a haber solteros en la
fiesta?

Él: Sí, ustedes (refiriéndose a mí
y a mi amiga)

Yo: (inevitable contener una
carcajada)

Decía Oscar Wilde que las preguntas nunca son indiscretas, pero las respuestas a veces . Creo que tiene muchísima razón...

sábado, marzo 17

Los besos y la memoria

Dicen los hombres que somos las mujeres las que tendemos a memorizar todo: los teléfonos, los cumpleaños, los aniversarios y los primeros besos entre otras cosas. Yo creo que es más bien el significado de cada evento el que se nos graba en la memoria y que la diferencia radica en la importancia que le damos. En resumen, si es que fue importante, lo tienes ahí, en la memoria, como uno de los momentos Kodak de tu vida, porque fue el pricipio de algo, a veces de una historia, a veces de un chiste, a veces de un olvido.

Tengo buena memoria, especialmente para los momentos Kodak de mi vida y como buena adicta a los besos, recuerdo los primeros: la ocasión en que besé a mi novio del kinder un día por la mañana; el beso posterior al timbre que anunciaba que el receso terminaba, con mi vecino y compañero de clase; el día que casi le fracturo la nariz a Robertito cuando intenté sorprenderlo con un beso en los labios; la despedida en la que nuestros labios se encontraron ya cerca de la media noche en las gradas de la entrada de mi casa; uno más en otra despedida que respondí con un golpe; la complicidad de la jardinera de la Univa; el beso estilo Danny Zucco; el regreso a Guadalajara y un beso celebrado por todos los pasajeros del autobús; el beso obligado por el juego entre amigos; el beso por el que esperé tres años y que se materializó al fin, de noche, en mitad de ese inmenso patio; el momento en que giré mi rostro para responder a su pregunta y recibió, no mis palabras sino a mi boca en la suya; el beso que me hizo la envidia del antro gay; el ocurrido después de la fiesta, bajo la lluvia; el beso deshojado en aquella azotea con vistas a la ciudad, después del cual decidí que podía morir porque alguien me había besado la primera vez tal y como siempre deseé que me besaran; aquellos segundos de encuentro en el elevador; semáforo en rojo, un beso que desataba una discusión; el beso por respuesta a un reto; la escena de besos montada en los asientos traseros del autobús; el roce que devendría en encuentro al momento de desencontrarse en la puerta de un hotel; los besos otorgados a domicilio y por una sola noche; los besos a granel entre juegos y cerveza…

Los tengo todos, todos en la memoria; porque sí, porque quiero, porque soy buena memorizando cosas, pero solo algunos de ellos; sólo muy pocos de ellos se volvieron algo especial, algo así como una marca en mi vida.

Hace casi un año, yo no quería irme con dudas, así que pregunté:

Yo: ¿Por qué tardaste tanto en besarme?
Él: Porque quería que fuera especial
Yo: (río, porque la escena de nuestro primer beso viene a mi memoria) ¿y te pareció especial? Digo,
sé que fue raro, pero, ¿te pareció especial?
Él: bueno, no recuerdo
exactamente
cuándo fue...
Yo: (sonrisa irónica, sorbo al café, cambio de
tema
)

Entonces todo quedó más que claro. Hoy todo sigue guardado; pero no me culpes a mí, culpa a mi buena memoria.

Feliz aniversario;
brindemos porque no soy yo quien espera en 18 de marzo.

miércoles, marzo 7

Es la última vez que le pegan a Patricia



Sigo sin entender qué es lo más jodido de todo:



  1. La nueva ley

  2. La mala campaña

  3. Que la gente no se tome en serio la violencia intrafamiliar

Voten por su favorito y mientras tanto, disfruten esta imagen a ver si a ustedes también les alegra el día (mis felicitaciones a los autores)



viernes, marzo 2

Se busca...


Señor, señora, señorita, caballero, joven, mande al niño, mande a la niña... ¡ah no!, ya estoy desviándome del tema. El asunto de este blog es preguntar:




¿HA VISTO USTED AL CHICO DE LA FOTO, LO CONOCE?



Si su respuesta es afirmativa haga usted el favor comunicarse inmediatamente con nosotros. La última vez fue visto en el Chai, por ahí de principios de febrero, en compañía de un par de amigos, bebiendo unas cervezas.


Se ofrece una recompensa para quien aporte información sobre su paradero, nombre, edad, medidas y estado civil; ya que Perla María ha quedado prendada del sujeto y no queremos dejar pasar la oportunidad de conseguirle galán.


P.D. También se aceptan solicitudes de chicos que tengan más o menos ése look y que gusten de U2.

jueves, marzo 1

Gorra Party II "Y fueron felices..."

Fue sábado trece. Llegué un poco retrasada a casa de Perla después de que un par de días antes me había extendido la invitación a la boda de Rafa (uno de sus amigos de la facultad) después de que el sitio quedó vacante. Primero fuimos a la boda de una vecina y amiga de la infancia de Perla; nos disculpamos y salimos rumbo a la boda de Rafa y llegamos a media ceremonia religiosa; nos ubicamos estratégicamente en las bancas laterales y compartimos el momento y Perla hasta derramó algunas lágrimas en solidaridad con Rafael.

Antes de terminarse el evento, repartieron campanitas, pero las repartían por parejas, a Perla le dieron una, me saltaron a mí y le dieron otra al chico que estaba a mi lado y me preguntan vienen juntos, ¿verdad?, a lo que yo respondí con un no sistemático del que en la recepción planteaba arrepentirme.

No sé si fue el nerviosismo pero Perla confundió la palabra “camisa” con la palabra “saco” y el corte “strapless” con el “halter” cuando intentó decirme quiénes eran Paty y su novio. Finalmente salimos, saludamos a todos (y se hicieron las presentaciones oportunas) y me enteré –de golpe y porrazo- que Alejandra tenía novio.

Partimos a la recepción, en el auto de Estuardo que, justo al buscar estacionamiento se nos quedó varado en un de los caminitos de terracería de Tlajomulco de Zúñiga. Así que ahí nos tienen a Claudia –la ya esposa de Estuardo- y a mí en falda y tacones y a Perla en tacones y pantalón oscuro empujando el carro para tratar de sacarlo de ahí. Un señor y su hijo se detuvieron a ayudar y Estuardo nos mandó a las tres a la recepción y obedecimos. Pero lo esperamos en la entrada a él y a Alejandra y Manuel –el novio que ya conocíamos, pero del que no sabíamos en calidad de “novio”-.

Nos acomodamos en la mesa de “los de la facultad”, que me tocaba por definición al ser la (strike)pareja(/strike) acompañante de Perla. Empecé a sentirme en confianza con Perla, Alejandra y Manuel y Paty y Paco. Logré que Alejandra y Manuel me acompañaran a la pista de baile, ante las innumerables negativas de Perla, quien finalmente accedió a bailar cuando ya tenía yo a un sujeto en la mira.

Perla se cansó después de bailar tres canciones y volvió a la mesa; movimiento que aproveché para invitar a la pista al sujeto antes mencionado en el post –y analizado en la fiesta-. Alejandra preguntó si es que me atrevería y respondí algo así como: pues no tengo nada que perder; no lo conozco, no me conoce; y nadie tiene por qué enterarse de que me rechazó. Y Perla me dijo: ¿y si te dice que no? a lo que respondí: entonces voy a esa mesa donde hay cuatro chicos solos y hago la invitación en pleno a ver quién se apunta.

Así que me acerqué al chico, hice la temida pregunta y él dijo: sí, claro, con una sonrisa en el rostro mientras nos poníamos en camino. La plática fue muy interesante, mientras los cuerpos se movían al ritmo de música setentera (lo del ritmo es un decir que había algunos que no daban pie con bola).

Él: se puso retro, ¿no?
Yo: sí, pero la música retro me gusta mucho
Él: a mí también –haciendo gala de sus movimientos estilo Travolta

(Más música setentera)

Yo: ¿cómo te llamas?
Él: Ricardo (he de confesar que he olvidado su nombre) ¿y tú?
Yo: Susana
Él: mucho gusto
Yo: igualmente

(Estrechamos las manos justo antes de que llegue el coro de WMCA)

Yo: ¿Vienes con el novio o la novia?
Él: con el novio, es mi primo, ¿y tú?
Yo: con una amiga del novio

(Sonreímos y volvemos a concentrarnos en el baile.
La pista empieza a parecerse a studio 54)

Él: ¿eres de aquí de Guadalajara?
Yo: , ¿y tú?
Él: no, yo soy de Uruapan, Michoacán (sí, también he olvidado la ciudad, pero del estado estoy segura)
Yo: ah, ok

(Se acaba la música)

Él: muchas gracias
Yo: al contrario
Él: ¿bailamos más tarde?
Yo: claro (pensando: si hasta parece qeu he ligado... y con un foráneo!!)

(Cada uno toma su camino)


La siguiente ronda fue música de banda y moría de ganas por bailar pero una (strike)arpía(/strike) aprovechada lo invitó a la pista antes que yo. Después nos despedimos, tanto de las personas de la mesa, como de los novios. Y Estuardo nos llevó a nuestras respectivas casitas.

Sí, esa fue la segunda vez que vi a Rafael en mi vida, pero lo vi contento, a la novia resplandeciente; a los nuevos esposos –Estuardo y Claudia- los vi juntos por primera vez, y conocí al otro matrimonio reciente, el de Eduardo y Ema (sí, creo que así se llama); y también vi a Manuel con Alejandra y a Patricia con Paco; muchas personas, muchas parejas y un par de bodas en el mismo día.

Sí, hay quien es feliz cuando tiene la certeza –o al menos el compromiso- de tener siempre a una persona a su lado. Habemos quienes somos felices cuando
encontramos a un cómplice con quien compartir la pista mientras dura la
música.