jueves, marzo 1

Gorra Party II "Y fueron felices..."

Fue sábado trece. Llegué un poco retrasada a casa de Perla después de que un par de días antes me había extendido la invitación a la boda de Rafa (uno de sus amigos de la facultad) después de que el sitio quedó vacante. Primero fuimos a la boda de una vecina y amiga de la infancia de Perla; nos disculpamos y salimos rumbo a la boda de Rafa y llegamos a media ceremonia religiosa; nos ubicamos estratégicamente en las bancas laterales y compartimos el momento y Perla hasta derramó algunas lágrimas en solidaridad con Rafael.

Antes de terminarse el evento, repartieron campanitas, pero las repartían por parejas, a Perla le dieron una, me saltaron a mí y le dieron otra al chico que estaba a mi lado y me preguntan vienen juntos, ¿verdad?, a lo que yo respondí con un no sistemático del que en la recepción planteaba arrepentirme.

No sé si fue el nerviosismo pero Perla confundió la palabra “camisa” con la palabra “saco” y el corte “strapless” con el “halter” cuando intentó decirme quiénes eran Paty y su novio. Finalmente salimos, saludamos a todos (y se hicieron las presentaciones oportunas) y me enteré –de golpe y porrazo- que Alejandra tenía novio.

Partimos a la recepción, en el auto de Estuardo que, justo al buscar estacionamiento se nos quedó varado en un de los caminitos de terracería de Tlajomulco de Zúñiga. Así que ahí nos tienen a Claudia –la ya esposa de Estuardo- y a mí en falda y tacones y a Perla en tacones y pantalón oscuro empujando el carro para tratar de sacarlo de ahí. Un señor y su hijo se detuvieron a ayudar y Estuardo nos mandó a las tres a la recepción y obedecimos. Pero lo esperamos en la entrada a él y a Alejandra y Manuel –el novio que ya conocíamos, pero del que no sabíamos en calidad de “novio”-.

Nos acomodamos en la mesa de “los de la facultad”, que me tocaba por definición al ser la (strike)pareja(/strike) acompañante de Perla. Empecé a sentirme en confianza con Perla, Alejandra y Manuel y Paty y Paco. Logré que Alejandra y Manuel me acompañaran a la pista de baile, ante las innumerables negativas de Perla, quien finalmente accedió a bailar cuando ya tenía yo a un sujeto en la mira.

Perla se cansó después de bailar tres canciones y volvió a la mesa; movimiento que aproveché para invitar a la pista al sujeto antes mencionado en el post –y analizado en la fiesta-. Alejandra preguntó si es que me atrevería y respondí algo así como: pues no tengo nada que perder; no lo conozco, no me conoce; y nadie tiene por qué enterarse de que me rechazó. Y Perla me dijo: ¿y si te dice que no? a lo que respondí: entonces voy a esa mesa donde hay cuatro chicos solos y hago la invitación en pleno a ver quién se apunta.

Así que me acerqué al chico, hice la temida pregunta y él dijo: sí, claro, con una sonrisa en el rostro mientras nos poníamos en camino. La plática fue muy interesante, mientras los cuerpos se movían al ritmo de música setentera (lo del ritmo es un decir que había algunos que no daban pie con bola).

Él: se puso retro, ¿no?
Yo: sí, pero la música retro me gusta mucho
Él: a mí también –haciendo gala de sus movimientos estilo Travolta

(Más música setentera)

Yo: ¿cómo te llamas?
Él: Ricardo (he de confesar que he olvidado su nombre) ¿y tú?
Yo: Susana
Él: mucho gusto
Yo: igualmente

(Estrechamos las manos justo antes de que llegue el coro de WMCA)

Yo: ¿Vienes con el novio o la novia?
Él: con el novio, es mi primo, ¿y tú?
Yo: con una amiga del novio

(Sonreímos y volvemos a concentrarnos en el baile.
La pista empieza a parecerse a studio 54)

Él: ¿eres de aquí de Guadalajara?
Yo: , ¿y tú?
Él: no, yo soy de Uruapan, Michoacán (sí, también he olvidado la ciudad, pero del estado estoy segura)
Yo: ah, ok

(Se acaba la música)

Él: muchas gracias
Yo: al contrario
Él: ¿bailamos más tarde?
Yo: claro (pensando: si hasta parece qeu he ligado... y con un foráneo!!)

(Cada uno toma su camino)


La siguiente ronda fue música de banda y moría de ganas por bailar pero una (strike)arpía(/strike) aprovechada lo invitó a la pista antes que yo. Después nos despedimos, tanto de las personas de la mesa, como de los novios. Y Estuardo nos llevó a nuestras respectivas casitas.

Sí, esa fue la segunda vez que vi a Rafael en mi vida, pero lo vi contento, a la novia resplandeciente; a los nuevos esposos –Estuardo y Claudia- los vi juntos por primera vez, y conocí al otro matrimonio reciente, el de Eduardo y Ema (sí, creo que así se llama); y también vi a Manuel con Alejandra y a Patricia con Paco; muchas personas, muchas parejas y un par de bodas en el mismo día.

Sí, hay quien es feliz cuando tiene la certeza –o al menos el compromiso- de tener siempre a una persona a su lado. Habemos quienes somos felices cuando
encontramos a un cómplice con quien compartir la pista mientras dura la
música.

7 comentarios:

**Me** dijo...

Hey! Este post me gustó, muchos nombres, muchas situaciones y lo mejor es el párrafo final!...
Respondiendo tu pregunta. Actualmente estudio 2 carreras Ciencia Política y Sociologia

yorkperry dijo...

También olvidaste que es YMCA y no WMCA =-p

Anónimo dijo...

si es cierto, ya decia yo que dobliu em ci ei no suena muy bien

Anónimo dijo...

Prometo que a la próxima boda que vayamos "juntas", sí bailo...

Ruga dijo...

Orassss, cuando uno va en la tarde a la escuela y no puede ver las telenovelas todos los post se los imagina bien dramáticos.

Dan††e: †he Vice dijo...

Simon, se veria medio chusco hacer la W con los brazos.

sirako dijo...

jajajaj, todos se clavaron con lo de la W!!!

yo soy feliz casi con cualquier cosa, y es que como que nuestra especie inspira un chorro de ternura.