Un tango agoniza,
mientras miro de reojo.
La melancolía se filtra
por debajo de mi piel
y sucumbo en el delirio
de no tener tu voz.
No aspiro a dejar huellas
indelebles en tu cuerpo
ni a ser el beso que redime
a la noche de tu boca;
no busco habitar en ti
ser inmortal recuerdo
lluvia tibia sobre el suelo
del hubiera que no fue.
Si acaso pudiera elegir
elegiría el implacable
y fugaz roce de un sueño.
1 comentario:
En respuesta al comentario que dejo en ese humilde cuchitril que llamo blog, no crea que a mi se me olvida que cierta señorita prometio durante cierta comida en cierto Vips irme a recibir con cierta vestimenta la proxima vez que fuera a GDL ehhhh!!!
:)
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