Porque éramos amigos y a ratos, nos
amábamos;
quizá para añadir otro interés
a los muchos que ya nos obligaban
decidimos jugar juegos de inteligencia.
Pusimos un tablero enfrente
equitativo en piezas, en valores,
en posibilidad de movimientos.
Aprendimos las reglas, les juramos respeto
y empezó la partida.
-ROSARIO CASTELLANOS
4 comentarios:
Wow...
Diablos!
Acaba de provocarme una regresión. Justo donde se encontraba mi más queridísimo enemigo de todos los tiempos…
Un abrazo.
Susie, tienes que venir!!! Anda!!
Porque amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño....
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