PRIMER ACTO:
Chico hindú se me aproxima en la sesión de orientación para alumnos internacionales. Me saluda, me pregunta qué estudio y de dónde vengo. Él supone que en México hablamos inglés; yo pienso que su cultura general es escasa. Me dice que deberíamos ir a caminar por la noche; ante la falta de mejores planes, acepto.
Chico hindú se me aproxima en la sesión de orientación para alumnos internacionales. Me saluda, me pregunta qué estudio y de dónde vengo. Él supone que en México hablamos inglés; yo pienso que su cultura general es escasa. Me dice que deberíamos ir a caminar por la noche; ante la falta de mejores planes, acepto.
SEGUNDO ACTO:
Él llega una hora tarde. Salimos a caminar por la noche. –La alberca se ve muy romántica por la iluminación ¿no te parece?- preguntó –No me considero una persona romántica- le respondí. Me preguntó si había cenado, le dije no. Me propuso que fuéramos a mi apartamento para que yo pudiera cenar algo y el hambre accedió ante la propuesta antes que la razón lo sopesara.
TERCER ACTO:
Yo comía cereal, él se acercaba cada vez más a mí. De pronto quiso besarme, me rehusé. Quiso besarme a la fuerza; pensé en romperle los huesos pero a cambio me tire un discurso de estos de: no estoy lista, no es lo que quiero, deberíamos de conocernos mejor y de ahí pasé al: no quiero besarte porque no quiero y ya y no sé si mi inglés es muy malo pero estoy diciendo NO. Se fue de mi apartamento casi a las dos de la mañana, no sin antes insistir en que quería quedarse a dormir en mi recámara (ja!).
CUARTO ACTO
El cambio de estrategia. El tipo se topa conmigo en todos los lugares de la universidad por los que me paseo. Y cada vez me presenta a alguien nuevo, particularmente mujeres. Espera verme celosa, pero a cambio le sonrío a las chicas y converso brevemente con ellas, mientras espero que alguna de ellas se interese en él y que deje de buscarme.
QUINTO ACTO (y derivados)
El acoso definitivo. 1. Me llama a las 11:30 pm una de mis compañeras de apartamento y lo pone a él al teléfono. Me pregunta dónde estoy, qué estoy haciendo, por qué no estoy en mi apartamento. Le digo que estoy ocupada y termino la llamada. 2. Días después me aborda en el edificio de estudiantes y le digo que he vuelto con mi ex novio y que él me ha pedido matrimonio. El hindú pregunta: Has pensado en mí, en un sentido romántico? Trato de responder claramente con un NO. 3. Sabe que pasaré el fin de semana en casa de mi tía. Le digo que llegaré entre el lunes o martes. Llego el lunes, por supuesto. A los cinco minutos (a los cinco minutos!) de haber entrado al apartamento tocan a la puerta, era él. Le dije que estaba con mi tía y que no podía recibirlo. Se va. 4. Toca a la puerta de mi dormitorio a la media noche un miércoles. Estabas dormida? me pregunta. Claro que estaba dormida!, le respondo y en un tono recriminatorio pregunto: por qué no llamas antes de aparecerte aquí? Él me da una explicación de esas del tipo de: dejé el celular en mi casa y como pasaba por aquí pensé que… luego empieza a disculparse y yo le cierro la puerta en las narices.
Ahora planeo cómo asesinarlo en caso de que vuelva a aparecerseme...
Yo comía cereal, él se acercaba cada vez más a mí. De pronto quiso besarme, me rehusé. Quiso besarme a la fuerza; pensé en romperle los huesos pero a cambio me tire un discurso de estos de: no estoy lista, no es lo que quiero, deberíamos de conocernos mejor y de ahí pasé al: no quiero besarte porque no quiero y ya y no sé si mi inglés es muy malo pero estoy diciendo NO. Se fue de mi apartamento casi a las dos de la mañana, no sin antes insistir en que quería quedarse a dormir en mi recámara (ja!).
CUARTO ACTO
El cambio de estrategia. El tipo se topa conmigo en todos los lugares de la universidad por los que me paseo. Y cada vez me presenta a alguien nuevo, particularmente mujeres. Espera verme celosa, pero a cambio le sonrío a las chicas y converso brevemente con ellas, mientras espero que alguna de ellas se interese en él y que deje de buscarme.
QUINTO ACTO (y derivados)
El acoso definitivo. 1. Me llama a las 11:30 pm una de mis compañeras de apartamento y lo pone a él al teléfono. Me pregunta dónde estoy, qué estoy haciendo, por qué no estoy en mi apartamento. Le digo que estoy ocupada y termino la llamada. 2. Días después me aborda en el edificio de estudiantes y le digo que he vuelto con mi ex novio y que él me ha pedido matrimonio. El hindú pregunta: Has pensado en mí, en un sentido romántico? Trato de responder claramente con un NO. 3. Sabe que pasaré el fin de semana en casa de mi tía. Le digo que llegaré entre el lunes o martes. Llego el lunes, por supuesto. A los cinco minutos (a los cinco minutos!) de haber entrado al apartamento tocan a la puerta, era él. Le dije que estaba con mi tía y que no podía recibirlo. Se va. 4. Toca a la puerta de mi dormitorio a la media noche un miércoles. Estabas dormida? me pregunta. Claro que estaba dormida!, le respondo y en un tono recriminatorio pregunto: por qué no llamas antes de aparecerte aquí? Él me da una explicación de esas del tipo de: dejé el celular en mi casa y como pasaba por aquí pensé que… luego empieza a disculparse y yo le cierro la puerta en las narices.
Ahora planeo cómo asesinarlo en caso de que vuelva a aparecerseme...
7 comentarios:
Ya no lo peles.
Orale, ¡muerte a los hindúes!
Invitalo a cenar y dale vaca ultrajada.
Jajaja qué tipo tan nefasto! Te recomiendo mi sección "Manual para espantar moscas" XD Pero lo que me pregunto es, por qué habría de ser una razón para ser racista? Haría la diferencia si el acosador en cuestión fuera noruego?
Bren: El problema no es pelarlo; es que es como los chicles, entre más lo piso más se me pega al zapato.
Mr. Gaal: su comment ha reflejado de manera impecable mi pensamiento aunque quizá no le daría muerte a todo los hindús, lo cierto es que no sería amiga de ellos
Crownless: Me da la impresión de que este hindú no es nada religioso y para qué ultrajar a una pobre vaca inocente si puedo ultrajarlo a él que sí se lo merece (que conste, que me refiero a ultrajar en las primeras dos acepciones de la palabra)
Estef: si el tipo hubiera sido noruego y feo hubiera ocurrido exáctamente igual; si hubiera sido noruego y guapo lo habría besado y entonces el acoso sería totalmente mi culpa, mis besos son adictivos, jajaja
JAJAJA estuvo genial!! ¿Por qué será que los feos tienen delirios de galanes y encima pierden toda la dignidad y sentido de vergüenza?
Dile que te encanta comer carne de vaca y que si por ti fuera, elminarías el 70% de la población vacuna del mundo porque producen demasiado gas metano y contribuye al calentamiento global XD si no sale huyendo con eso, solo se me ocurre denunciarlo con el Sheriff por acoso antes de que le salga el lado gore (el psycho ya le salió) =S
Total, ya cuando encuentres a un hindú guapo le dices que te gusta la comida exótica XD JAJA
Verdad número uno: el pendejismo es internacionalmente democrático. No importa edad, sexo, religión, condición social, género, nacionalidad, etc. Cualquiera puede ser pendejo. (Me refiero al Hindú, claro).
Verdad número dos: La cagaste desde éste momento: "pensé en romperle los huesos pero a cambio me tire un discurso..." ¿Qué tienes qué cuidar? ¿Por qué no actuar de inmediato? ¿Qué le debes? La cosa era desde el principio, partida de huesos, me refiero al sentido metafórico, claro. Lo sacas de tu casa, y CLARA, FUERTE y BREVEMENTE le dices: Mira cabrón (el estilo puede variar), te estás pasando de pendejo. No me interesas. No quiero nada contigo. No me gustas. No quiero ser tu amiga, ni tu novia. Vuelves a pararte delante de mí y te denuncio por acoso, luego te rompo la madre, o con el orden que quieras, te rompo la madre y te denuncio por acoso. Esto es en serio, primera y única advertencia, no lo voy a decir de nuevo".
Y ya...
Verás que pega. Si no, pues ACTÚAS. Cualquier pancho que le hagas con un policía será suficiente para que ese cabrón se regrese a su aldea a ligarse a sus sagradas vacas.
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