En uno de esos oscuros y lejanos (¡ajá!) días en que todo en mi vida era tristeza, mientras compartía la jodidez de mis días con un amigo le dije:
Yo: Lo he decidido. Me voy a tirar a la perdición.
Él: ¡No!
Yo: No intentes disuadirme. Me voy a tirar a la perdición
Él: No intento disuadirte sólo digo que no, que la perdición no se va a dejar que te la tires
Esto es lo que yo llamo un ejemplo perfecto de la jodida jodidez.
3 comentarios:
Lo bueno es que tenías un amigo con quien compartir la jodidez. Eso siempre ayuda. ¡Saludos apapachadores!
las ciudades no son propias de los amorosos, los amorosos se apropian de las ciudades...
he visitado varias estos dìas... y sin ser tù, estas aquì conmigo.
zipolite beach, oaxaca.
un beso de los de siempre.
chilo.
jajaja mas bien la llamaria una simplesa graciosa!!
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